Posture Before and During Communion
Continuing our series on postures and gestures at liturgies, we are walking through the Mass- we now approach communion
Following the Lord’s Prayer we have the passing of peace in which we extend charity to others. The gesture for this is not specified though it can be by the USCCB or our local Bishop. The GIRM states the sign should be somber and to those nearby. A simple handshake, wave, or hug work well for sharing God’s peace.
The Priest then fractures the host and we begin singing the Lamb of God (Agnus Dei). Following that we kneel (as we are able) while the Priest concludes the rite and then we receive the invitation to communion “This is the Lamb of God…” and we all respond “Lord I am not worthy” Following this there can be a lot of flexibility in what happens with posture unless specifically directed by our local Bishop. This is why you may experience variations when you visit other parishes. Our current practice at Mary Queen is to remain kneeling until time to process forward for communion and then kneel when you return to your pew until the priest sits after cleaning the vessels and then we sit as well.
There are some minor issues with our current practices. One is the lack of uniformity of posture- some processing some kneeling- at the moment when we are to be most unified in our heart, mind, and action. The posture of kneeling also tends to be a posture of internal prayer especially when not coupled with the liturgical prayer that occurs during the Eucharist. People might (and sincerely so) be doing their own personal prayer instead of participating in the communal prayer of the Communion Chant. There is one other formal procession during Mass-the entrance during which people are either moving to the altar or standing.
I advocate for considering the possibility of standing for communion. The more appropriate time for personal prayer and reflection is the time after communion is completed during which the dictated posture is to kneel or sit until we stand for the prayer after communion. On limited occasions (for feasts and solemnities) we have been singing a hymn of thanksgiving(a corporate expression of our gratitude) after communion which is a viable option, and as appropriate to the hymn we sometimes stand.
Next week we will discuss the reception of communion.
RINCÓN DE LA LITURGIA
Postura antes y durante la comunión
Continuando con nuestra serie sobre posturas y gestos en las liturgias, caminamos durante la Misa; ahora nos acercamos a la comunión.
Siguiendo el Padrenuestro tenemos el paso de la paz en el que extendemos la caridad a los demás. El gesto para esto no está especificado, aunque puede ser de la USCCB o de nuestro obispo local. El GIRM afirma que el letrero debe ser sombrío y para quienes están cerca. Un simple apretón de manos, un gesto con la mano o un abrazo funcionan bien para compartir la paz de Dios.
Luego, el Sacerdote rompe la hostia y comenzamos a cantar el Cordero de Dios (Agnus Dei). A continuación nos arrodillamos (como podemos) mientras el Sacerdote concluye el rito y luego recibimos la invitación a la comunión “Este es el Cordero de Dios…” y todos respondemos “Señor, no soy digno”. A continuación puede haber un Mucha flexibilidad en lo que sucede con la postura a menos que nuestro obispo local lo indique específicamente. Por eso es posible que experimente variaciones cuando visite otras parroquias. Nuestra práctica actual en Mary Queen es permanecer arrodillado hasta el momento de proceder para la comunión y luego arrodillarnos cuando regresamos a nuestro banco hasta que el sacerdote se sienta después de limpiar los vasos y luego nosotros también nos sentamos.
Hay algunos problemas menores con nuestras prácticas actuales. Una es la falta de uniformidad de postura (algunos procesando, otros arrodillados) en el momento en que debemos estar más unificados en nuestro corazón, mente y acción. La postura de arrodillarse también tiende a ser una postura de oración interna, especialmente cuando no se combina con la oración litúrgica que ocurre durante la Eucaristía. La gente podría (y sinceramente) estar haciendo su propia oración personal en lugar de participar en la oración comunitaria del Canto de Comunión. Hay otra procesión formal durante la Misa: la entrada durante la cual la gente se dirige al altar o se pone de pie.
Abogo por considerar la posibilidad de presentarse a la comunión. El momento más apropiado para la oración y la reflexión personal es el momento después de completar la comunión, durante el cual la postura dictada es arrodillarnos o sentarnos hasta que nos ponemos de pie para la oración después de la comunión. En ocasiones limitadas (para fiestas y solemnidades) hemos estado cantando un himno de acción de gracias (una expresión corporativa de nuestra gratitud) después de la comunión, lo cual es una opción viable y apropiada para el himno que a veces cantamos.
La próxima semana hablaremos de la recepción de la comunión.