LITURGY CORNER
Feast of Flowers
We have many ways of decorating our church. Some are permanent- stained glass, statues, paintings, banners, etc.., but some, like flowers last for a shorter period of time. In the Easter Season we are treated to a feast of flowers that enhance our space and reflect the abundant life given to us through the Resurrection. They are made a more potent addition to the church due to the austerity of Lent (like springs rebirth from winter).
What guidelines and principles dictate the use of flowers in the Catholic Church. Oddly there are few strict rules other than flowers are not allowed to be in the sanctuary during Advent and Lent with exceptions feasts, solemnities, and certain Sundays during those seasons (Gaudete-3rd Sunday of Advent and Laetare- 4th Sunday of Lent) when modest flowers can be used. Secondly, flowers are not to be placed on the altar.
Otherwise, some preferences can be gleaned from church documents and liturgists. Flowers should be live as we have a living liturgy. The placement of flowers should not impede in any way the function of the liturgical space- processional paths and the space around the altar need to open. While greenery and potted plants can be used in decorating the church (which we do to great effect), there is a slight preference towards the use of cut flowers especially for altar flower arrangements. Their cutting and impermanence somewhat represents the sacrifice central to our worship. Much of what we use liturgically is consumed in the sacrifice of the Mass- candles, bread, wine, incense.
There are many cultural traditions of bringing and/or donating flowers to the church, especially in memory and honor of people. Thanks to those who made donations for this year’s wonderful Easter flowers. Many people bring flowers to the Eucharistic Chapel, to Mary, and during the Easter Season to our Easter Flower Cross-outside the entrance to the church. These beautiful offerings greatly enhance our worship and our campus. Our Arts & Environment team goes above and beyond every year not only with decorating our church, but also are responsible for tending the flowers. If you feel led to help (especially with maintaining flowers and greenery) contact our Arts & Environment Coordinator- Jennie Hayes ([email protected])
RINCÓN DE LA LITURGIA
Fiesta de las Flores
Tenemos muchas formas de decorar nuestra iglesia. Algunas son permanentes: vidrieras, estatuas, pinturas, pancartas, etc., pero otras, como las flores, duran menos tiempo. En la temporada de Pascua somos obsequiados con un festín de flores que realzan nuestro espacio y reflejan la vida abundante que se nos ha dado a través de la Resurrección. Se convierten en una adición más potente a la iglesia debido a la austeridad de la Cuaresma (como la primavera que renace del invierno).
Qué pautas y principios dictan el uso de las flores en la Iglesia Católica. Curiosamente, existen pocas reglas estrictas además de que no se permite la presencia de flores en el santuario durante el Adviento y la Cuaresma, con excepciones en fiestas, solemnidades y ciertos domingos durante esas estaciones (Gaudete, tercer domingo de Adviento y Laetare, cuarto domingo de Cuaresma), cuando es modesto. Se pueden utilizar flores. En segundo lugar, no se deben colocar flores en el altar.
De lo contrario, se pueden extraer algunas preferencias de los documentos de la iglesia y de los liturgistas. Las flores deben ser vivas como tenemos una liturgia viva. La colocación de flores no debe impedir de ninguna manera el funcionamiento del espacio litúrgico: es necesario abrir los caminos procesionales y el espacio alrededor del altar. Si bien se pueden utilizar vegetación y plantas en macetas para decorar la iglesia (lo cual hacemos con gran efecto), existe una ligera preferencia por el uso de flores cortadas, especialmente para los arreglos florales del altar. Su corte y su impermanencia representan de alguna manera el sacrificio central de nuestra adoración. Gran parte de lo que usamos litúrgicamente se consume en el sacrificio de la Misa: velas, pan, vino, incienso.
Existen muchas tradiciones culturales de llevar y/o donar flores a la iglesia, especialmente en memoria y honor de las personas. Gracias a quienes hicieron donaciones para las maravillosas flores de Pascua de este año. Mucha gente lleva flores a la Capilla Eucarística, a María y durante la temporada de Pascua a nuestra Cruz de Flores de Pascua afuera de la entrada de la iglesia. Estas hermosas ofrendas mejoran enormemente nuestra adoración y nuestro campus. Nuestro equipo de Arte y Medio Ambiente va más allá cada año, no solo decorando nuestra iglesia, sino que también es responsable de cuidar las flores. Si se siente impulsado a ayudar (especialmente con el mantenimiento de flores y vegetación), comuníquese con nuestra Coordinadora de Arte y Medio Ambiente, Jennie Hayes ([email protected]).